miércoles, 11 de marzo de 2015

El Gallo Quirico





EL GALLO QUIRICO
Este era un gallo, un gallo muy presumido, muy presumido, y le
había
mandao
una carta su tío Perico, que
se iba a casar y que le
invitaba a la boda. Entonces se puso todo chulo, todo guapo, se
lavó bien las plumitas y ya iba cantando por el camino tan contento;
pero de repente pues vio un
mudadal
, y, claro, le tiró la idea de
picar en él. Y decía:
—¿Que haré yo? Sí pico, me mancho
el pico, y tengo que ir a la
boda de mi tío Perico y tengo que ir muy limpito.
Pero picó; picó y se manchó el pi
quito, y entonces se entristeció
todo. Se lo limpió con unas hierbas,
y nada, no se le quitaba. Iba
todo triste, todo triste:
—Ay, ay, que tengo que ir a la boda mi
tío Perico y tengo que ir muy
limpito.
Y se encontró una malva, y dice:
—Malva, ¿no me podrías limpiar el pico, que tengo que ir a la boda
de mi tío Perico y tengo que ir muy limpito?
Y dice:
—¡No quiero!
Entonces dice:
—Bueno, pues me voy para allá.
Se va andando todo tris
te, todo triste, y se
encontra
una oveja. Y
dice:
—Oveja, come a malva, que la
malva no ha querido limpiarme el
pico, y tengo que ir a la boda de mi tío Perico y tengo que ir muy
limpito.
Dice:
—¡No quiero!
Dice:
—Bueno, pues me voy para allá.
Iba andando, andando, andando,
y se encontró un lobo.
Dice:
—Lobo, come a oveja, que oveja no ha querido comer a la malva y
la malva no ha querido limpiarme el
pico; tengo que ir a la boda de
mi tío Perico y tengo que ir muy limpito.
Dice:
—No quiero.
Entonces va andando, andando, an
dando, y se encuentra un palo:
—Palo, pega al lobo, que el lobo no ha querido comer a oveja, oveja
no ha querido comer a la malva y la malva no ha querido limpiarme
el pico, y tengo que ir a la boda de
mi tío Perico, que tengo que ir
muy limpito.
Dice:
—No quiero.
—Bueno, pues me voy para allá.
Y todo triste el pobre gallito,
sigue andando, y se
encuentra una
lumbre.
Dice:
—Lumbre, quema al palo, que el pal
o no ha querido pegar al lobo,
el lobo no ha querido comer a oveja,
oveja no ha querido comer a la
malva y malva no ha querido limpiarme
el piquito, que tengo que ir a
la boda de mi tío Perico y tengo que ir muy limpito.
Dice:
—¡No quiero!
Entonces va más allá, más allá,
más allá, y se encuentra un arroyo.
—Agua, apaga la lumbre, que la lumbre no ha querido quemar al
palo; el palo no ha querido pegar al
lobo, el lobo no ha querido
comer a oveja, oveja no ha querido comer a la malva y la malva no
ha querido limpiarme el pico, que tengo que ir a la boda de mi tío
Perico y tengo que ir muy limpito.
Dice:
—No quiero.
Dice:
—Bueno, pues entonces me limpiaré yo solo.
Se agachó el pobre a limpiarse el
pico en el agua y, ¡bam!, se cayó.
Y va y la corriente le llevaba.
Vinieron las doncellitas de su tío
Perico a por agua
pa
hacer la comida,
le
vieron,
le
cogieron,
le
pelaron,
le
guisaron con arroz y en las
bodas de su tío Perico el
pobre gallito allí terminó.
Narrado por Felicidad Carretero (57 año
s), Valbuena de Duero (Valladolid).
Recogido por Joaquín Díaz
en 1984 y publicado en
Cuentos en castellano
,
Madrid: De la Torre, 1988, págs. 109-111.

Fuente: http://www.museo-etnografico.com/pdf/quirico2.pdf 

No hay comentarios:

Publicar un comentario